Funcionaria bonaerense aboga por la creación de organismos indígenas en los Municipios

La responsable del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas (CPAI) de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense dialogó con el programa Agassaganup O Zobá, por FM FribuayGabriela Comuzio aseguró que más allá de las leyes establecidas «en la práctica hay mucha indiferencia todavía» y habló de la importancia de que los gobiernos locales tengan un área que atienda las demandas originarias.

Comuzio destacó que “es muy poca la experiencia hasta hoy desarrollada”, ya que sólo dos municipios tienen un área indígena en la Provincia de Buenos Aires: los partidos de Quilmes y Almirante Brown, en el área metropolitana. Y contó la situación de Moreno, en el oeste del conurbano, donde confió que hay “voluntad política” para crear esa repartición: “Todavía falta bastante pero está la intención del Municipio”.

En Moreno existe la comunidad tupí guaraní Guarajhi Vera reconocida por el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas, con la cual Comuzio contó que estuvo reunida en varias oportunidades. “Si bien hay una mayoría guaraní, hay bastante diversidad en Moreno, hay una fuerte presencia de pueblos originarios, hay muchos hermanos mapuches, diaguitas y qom que aparecieron cuando el Municipio abre el espacio del Consejo Indígena”, detalló.

En conjunto con esa intendencia, la funcionaria bonaerense anunció que están organizando una jornada cultural para el domingo 14 de abril, a la que asistirán integrantes de distintas comunidades de la provincia. “Va a servir para la exposición de artesanías, tallados en madera y las comidas de los pueblos originarios”, explicó.

Comuzio expresó que éste tipo de actividades “la vamos a ir llevando a distintos Municipios con los que la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia ha firmado convenios para que,a través de sus áreas de Cultura o de Derechos Humanos, se pueda concretar esta tarea de visibilización cultural y de cosmovisión de los pueblos”.

“Es toda una tarea que estamos en el inicio, no hay que olvidar que somos una gestión de muy pocos meses”, agregó la secretaria ejecutiva del CPAI.

“Los municipios se van abriendo a esas perspectivas de trabajo de a poco, son timbres que hay que tocar, espacios que hay que abrir de muchísima importancia, porque los pueblos originarios en definitiva viven en esos municipios”, completó.

UN FUNCIONAMIENTO DE CO-DECISIÓN

Gabriela Comuzio explicó que la creación del Consejo Provincial de Asuntos Indígenas “surge a partir de una necesidad concreta y manifestaciones de hermanos de pueblos originarios, de diversas etnias, luego el gobernador (Felipe Solá) tiene que hacerse eco de esos reclamos”.

Así, el mandatorio firmó a fines de 2007 el Decreto 3631 que lo formó: “tiene tres cargos, secretaria ejecutiva, relaciones institucionales y relaciones interculturales, y nuestra función es trabajar con los pueblos originarios a través de asambleas democráticas”. Para tal fin funciona así mismo un Consejo Indígena de la Provincia de Buenos Aires (CIBA), con dos delegados por pueblo.

Según Comuzio, “asumimos nuestra responsabilidad en la gestión de Guido Carlotto recién a fines de mayo de 2012 y nos encontramos con un CIBAbastante devastado si se quiere”. Desde entonces, se han elegido los delegados de los pueblos kolla, guaraní y toba, y el 22 de marzo se hará la asamblea del pueblo mapuche.

La importancia del CIBA radica en que las políticas ejercidas por el CPAI deben salir en co-decisión: “vamos armando proyectos laborales, para desarrollar la visibilidad, el mundo cultural y la cosmovisión, a través de las propias propuestas de los hermanos originarios, que se presentan en municipios, en la Provincia y también muchas veces a Nación para que se puedan concretar”.

“EN LA PRÁCTICA HAY MUCHA INDIFERENCIA”

Las definiciones más fuertes de la funcionaria acerca del rol del Estado llegaron al preguntarle sobre el conflicto de Punta Querandí y de los cementerios indígenas en la zona norte del Gran Buenos Aires, donde el “Movimiento en Defensa de la Pacha está hace ya algunos años desarrollando una lucha titánica”, definió la funcionaria.

Comuzio participó de la reunión entre miembros de esta agrupación y los funcionarios Marián Farías Gómez y Fernando Oliva, de la Dirección de Patrimonio Cultural, quienes finalmente accedieron a reevaluar los estudios de impacto arqueológico que, previamente y sin contemplar una medida judicial, habían sido aprobados por ellos en noviembre de 2011. En ese sentido, los responsables del organismo responsable de patrimonio arqueológico pidieron a la Justicia que prolongue una medida cautelar a fin de evitar acciones que puedan causar “daños irreparables”.

En declaraciones a Agassaganup o Zobá, la secretaria ejecutiva del CPAI dio sus impresiones: “La lucha de los hermanos obligó practicamente a que esa puerta se abriera y los escucharan; hoy en día (los funcionarios) están comprometidos un poco más porque ven que hay una voluntad férrea de defenser ese espacio”.

“Saludo con mucho orgullo por un lado, que los hermanos hayan persistido tanto, y por otro lado que el Estado se de cuenta de que tiene que tomar cartas en el asunto como le corresponde y no lavarse las manos o tener una mirada indiferente porque es una falta de respeto hacer eso”, agregó.

El origen del conflicto para esta funcionaria, más allá de los intereses “privados” está en que “el Estado no cumplió con la más mínima de sus obligaciones, que es haber escuchado con atención y respeto el reclamo que desde un inicio hicieron los hermanos”.

“Creo que el Estado provincial, nacional, municipal, debe ocuparse y tener un compromiso porque hay leyes establecidas que dicen que los pueblos originarios tienen derechos, están en un escrito pero en la práctica hay mucha indiferencia todavía”, planteó.

“Es importante incorporar la producción del conocimiento colectivo”

Marta Salvatierra, docente de la Escuela Nº41 “Don José de San Martín”, en Tortuguitas, Partido de Malvinas Argentinas, participó en el programa “Agassaganup O Zobá”, por FM Fribuay, dónde habló sobre el proyecto que implementó en su colegio, llamado “Somos Pacha”, con el cual se busca recuperar las culturas ancestrales. Además planteó que propuestas de este tipo surgen por iniciativas de algunos maestros y maestras pero «no hay un mandato» en la estructura del sistema educativo.

El audio de la entrevista: 
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Sobre el surgimiento de este trabajo, Marta decía: “Esta escuela está en Tortuguitas y nace principalmente teniendo en cuenta la comunidad, que como en gran parte de Gran Buenos Aires hay mucha gente del interior”.

“El proyecto se llama “Somos Pacha”, nace en el 2011, porque el grupo de docentes de la escuela teníamos la intención de revalorizar el tema de los pueblos originarios y más que nada hacer surgir todos los valores que están presentes en las familias de la comunidad que quizás a veces no se los rescata, nació con esa idea de sentirnos parte de la tierra y rescatar ese valor fundamental, esa comunión con la tierra” comentó la docente.

La estrategia fundamental que surgió al momento de incentivar a los y las niñas para que participen y se interesen, y que aún sigue funcionando en la actualidad, es la colaboración y coordinación con las madres y padres: “Las familias se acercaron a la escuela y se siguen acercando para contarnos las costumbres que tienen y hacer el conocimiento más sociable que la escuela normalmente no lo tiene en cuenta”.

“Uno de los ejes que atravesaba el proyecto era el tema de los valores de los pueblos originarios, pudimos trabajar con los chicos la armonía, el equilibrio, el sentido de pertenencia a la tierra, también es importante incorporar la producción del conocimiento colectivo, como conocían nuestros pueblos originarios” explicó Marta.

“En ese tramo del proceso conozco a Pablo en la Biblioteca Inti Huasi de Pedro Moreira, me comenta la situación de Punta Querandí y justamente la idea era también abordar la problemática de los pueblos originarios desde los conflictos que están inmersos en la localidad de cada uno” y es por esta razón que Marta, junto con sus compañeros y compañeras, decidieron hacer una visita al lugar: “Me pareció mas que interesante llevar a los chicos, sentí que vivenciar las actividades que ese día hicimos fue muy fructífero para el proyecto”.

“Me parece que es interesante que nos podamos encontrar los docentes en las diferentes localidades, en las escuelas, por eso Punta Querandí es un espacio altamente significativo, y poder volver a sus escuelas y apostar de nuevo, seguir el proceso, e incorporar lo que se enriqueció en la diversidad de cada uno de los trabajos que se contaron y se mostraron” manifestó la maestra.

Al hacer referencia a la formación académica, Marta contó: “no hay una iniciativa dentro de lo que es la estructura del sistema educativo, no hay un mandato, surge de la iniciativa, de la sensibilidad que puede tener cada uno de los docentes y de la experiencia que cada uno haya tenido en diferentes lugares, en mi caso particular tiene que ver con los espacios en donde yo me fui formando, que no fueron los institutos de formación docente”.

“El currículum es abierto, hay muchos ejes donde se puede abordar la problemática pero está como librado al azar de la iniciativa de cada uno de los docentes y de la permisividad que se le puede dar en la institución educativa con respecto a los directivos”.

Será cuestión entonces que las y los maestros que estén interesados en recuperar y reivindicar las culturas originarias se acerquen, intercambien experiencias, opiniones y contagien de energía al resto de sus colegas, para seguir tejiendo una gran red de aprendizaje colectivo. Está claro también que el cambio debe ser estructural y desde el ámbito educativo, para incorporar a la currícula escolar estas temáticas.